Avanzar en materia de seguridad
Una de las principales preocupaciones en materia de seguridad en los últimos años ha sido el alto número de homicidios en la región, donde se han registrado tasas de 13 asesinatos por cada 100 mil habitantes, lejos del indicador nacional donde la tasa es de 4.
Cifras complejas que llevaron a sumar más de 50 homicidios al año, gran parte de ellos por acción de bandas criminales en el contexto de los llamados "ajustes de cuentas" por luchas que van desde conflictos personales, territoriales y hasta quitadas de drogas.
Esta situación, que sigue manteniendo en vela a los tarapaqueños, provocó una especial mirada de las autoridades nacionales con foco en la migración descontrolada. Esto derivó, también, en la implementación de un plan para fortalecer los equipos locales de investigación criminal y el refuerzo de las policías.
A poco de terminar el año, los homicidios si bien se han incrementado en las últimas semanas, están por debajo de lo que se vivió en 2022, ya que a la fecha hay 38 muertes en este contexto.
Aunque todavía es una cifra alta considerando la población regional, hasta ahora los datos indican que las medidas parecen estar teniendo efecto. No obstante, se necesita que estas acciones continúen adelante y se destinen más recursos para combatir la delincuencia, sobre todo a las bandas vinculadas al crimen organizado.
Al mismo tiempo, se requiere que se realicen inversiones a más largo plazo que permitan, por ejemplo, mejorar los espacios públicos y en general la calidad de vida de los tarapaqueños, con un Estado más presente en todos los rincones del territorio regional. En este sentido, los campamentos o tomas merecen una especial atención y un trabajo serio que contribuya a erradicar estos asentamientos.
Sin duda los esfuerzos que se han hecho son destacables, pero es importante seguir avanzando para alcanzar mejores cifras en materia de homicidios y delitos violentos en general, mejorando el control de las armas de fuego y evitando que las bandas criminales se apoderen de la región y sobre todo de los jóvenes.
Es un trabajo que no da descanso y que necesita de un apoyo transversal.
"Se necesita que estas acciones continúen adelante y se destinen más recursos para combatir la delincuencia".