Edificios patrimoniales
Como ocurre todos los años desde 1999, el último fin de semana de mayo nuevamente se celebrará el Día del Patrimonio en el país, instancia en que distintas reparticiones públicas, además de organismos privados, abren las puertas de sus recintos para que la ciudadanía pueda conocer más sobre la historia nacional y regional, lo que sin duda es un importante legado que ha contribuido a generar nuestra identidad nacional y regional.
Pese a la importancia de la fecha, que cada año suscita mayor interés de la comunidad, lo cierto es que el impulso que entrega este tipo de actividades necesariamente debiera prolongarse a los 365 días del año, lo que en la mayoría de los casos no ocurre.
La semana pasada, este diario publicó una información donde expertos dieron cuenta del mal estado que actualmente presentan varios edificios patrimoniales del sector centro, lo que claramente va en sentido opuesto al espíritu de la mencionada celebración. En ese contexto, el historiador iquiqueño y presidente del Centro Cultural Doña Vicenta, Hrvoj Ostojic, comentó que han solicitado a las autoridades que se confeccione un catastro de los inmuebles que se deben proteger. Una visión similar tiene el investigador y académico Sergio González, Premio Nacional de Historia 2014, quien advierte que, pese a algunos avances, "la ciudad ha perdido sistemáticamente su patrimonio".
El resguardo de la historia, no cabe duda, también es una pieza fundamental para fomentar el desarrollo de las ciudades y proteger su identidad, aquello que nos diferencia. Al mismo tiempo, es una acción que incluso permite promover el turismo como actividad económica y todos los beneficios que ella puede generar.
Con todo, es evidente que poco se conseguirá si solo se siguen nombrando inmuebles como Monumento Nacional, si es que no existe un plan concreto para mantenerlos y promover su grandeza o la de los actores que permitieron generar un legado.
La historia de Iquique y de muchos escenarios de la región es riquísima, por lo tanto, es deber de toda la comunidad, de las autoridades y también de los vecinos, tomar todas las acciones que sean necesarias para protegerla y poder traspasarla a las futuras generaciones. Se necesita más compromiso.
"El impulso que entrega este tipo de actividades necesariamente debiera prolongarse a los 365 días del año, lo que en la mayoría de los casos no ocurre".