Bajaron los nacimientos y defunciones en Tarapacá durante 2024
Expertos aseguran que niveles de envejecimiento puede provocar afectaciones a la economía.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que durante el año 2024 hubo 3. 439 nacimientos en Tarapacá, registrando una baja en comparación con 2023, donde hubo 4.580. Lo mismo ocurre en materia de defunciones a nivel regional, al pasar de 1.731 personas fallecidas el 2023 a 1.635 el 2024.
Además, se observa que Tarapacá durante el año pasado fue una de las regiones que mayor diferencia tiene entre el número de nacimientos y defunciones del país (1.804).
"Se evidencia una disminución de un 25% de los nacimientos de un año a otro y una baja del 5,5% respecto a las defunciones. En el caso de los nacimientos, Tarapacá sigue un patrón similar al nacional, donde se observa que muchas mujeres han decidido postergar la maternidad por distintos motivos, mientras que las que deciden ser madres, tienen menos hijos que en otras épocas, influenciado por cambios sociales, culturales, la competitividad que exige la actual vida laboral que dificultan las labores de crianza, entre otros factores", comentó Claudia Rodríguez, coordinadora del Centro de Envejecimiento de la Universidad de Los Andes.
En relación a las defunciones, explicó que, a pesar de registrar una baja a nivel regional, presenta niveles altos, lo cual se traduce en un envejecimiento de la población.
"El nivel que estamos viendo de defunciones en la región es causado por la baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida. Si estos indicadores se continúan repitiendo en Tarapacá, tendremos una concentración aún mayor de población envejecida, lo cual trae una serie de desafíos en materia de cuidados, ya que si bien se vive más que antes, no necesariamente estas personas llegarán a esta etapa en las mejores condiciones de salud", argumentó la experta.
Para Sergio González, académico y jefe de carrera de Ingeniería en Administración Logística de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Arturo Prat (Unap), el actual panorama regional, que si bien dista de lo que ocurre en las regiones de Valparaíso, Ñuble, Los Ríos y Magallanes, donde las defunciones han superado el número de nacimientos, según el INE, aseguró que esto podría provocar una serie de afectaciones a nivel económico.
"Tenemos una población cada vez más vieja, desde el punto de vista de la clasificación etárea, y esto, indudablemente, tiene consecuencias económicas importantes tales como el crecimiento, presión sobre los sistemas de pensiones y la modificación de algunos mercados", comentó.
Agregó que la tasa de natalidad más baja y casi cercana a cero se produjo el 2023, evidenciando esta tendencia a tener una región con menos partos es sostenida en los últimos años.
Silvia Echeverría, directora de Ingeniería Comercial de la Universidad Santo Tomás, dijo que la baja natalidad local, ha sido influenciada por "un cambio de prioridades con un enfoque creciente en la educación y desarrollo profesional (...) Asimismo, cuando existe inestabilidad en las condiciones económicas y de empleo las familias eligen postergar la maternidad o reducir el número de hijos, también mencionar el acceso al uso de anticonceptivos influye en la planificación familiar".
Expresó que la diferencia positiva entre nacimientos y defunciones, "evidencia que la región mantiene un crecimiento natural y sugiere que la población sea más más joven en comparación con regiones donde las defunciones han superado a los nacimientos, indicando un menor envejecimiento poblacional, lo que traería como consecuencias un aumento en la oferta laboral, lo que puede ayudar a satisfacer la demanda de mano de obra en diversos sectores económicos, la demanda laboral debe crecer a la par para no generar desempleo.
3 mil 439 nacimientos hubo en la región durante 2024.