Es preciso recordar que la Navidad no se trata solo de conmemorar un hecho de gran importancia histórica, acontecido hace más de dos mil años. Se trata de recordar que hace dos milenios, un 25 de diciembre, en un pequeño establo de Belén, hubo algo dentro que el amor infinito trajo al mundo, y ese algo era más grande que el mundo mismo; ese hombre fue Jesucristo, hijo de Dios, y donde él esté, los cristianos también hemos de estar.
La Navidad es eso, es Cristo y vivir en Cristo. Es recordar que Cristo es el mensaje que Dios tenía que decirle al mundo, es Dios que ha venido a compartir nuestra existencia, cada una. Es un recordatorio del estado de vigilancia que hemos de mantener hasta la venida definitiva de nuestro salvador.
Busquemos y hallemos esa salvación en quien no solo da la vida, sino en quien es la vida misma, Él.
Anuncio constituyente
El presidente Sebastián Piñera promulgó el proyecto de ley que permite realizar el proceso constituyente venidero. Acompañado de diferentes poderes del Estado, faltó uno en la foto: el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD). Sí bien el senador se excusó, no desaprovechó la oportunidad para criticar a través de Twitter, señalando que el ejecutivo "prefirió poner el énfasis en cómo le gustaría a él una nueva Carta Magna. No corresponde". Desde el gobierno hicieron efectivamente un llamado a la paz y a adoptar acuerdos, de lo cual resultó el proyecto correspondiente.
Ahora bien, si La Moneda quiere aprovechar de señalar qué le gustaría que contuviese la nueva Constitución, no es algo que no corresponda como señala el senador, es una posición legítima de señalar y defender en una democracia. Si al senador no le gusta la opinión del gobierno de lo que debe tener la nueva Carta Magna, tiene la posibilidad en octubre del año entrante de defender un proyecto distinto, mal que mal, esas son las reglas del juego democrático. El resto es fanatismo y tozudez.
Hernán Felipe Páez.
José Luis Trevia.