Lorena Méndez Jara
Poco más de dos meses han pasado desde que se inició el estallido social en las calles del país, lo que llevó a que las oficinas y tiendas comerciales del centro de la ciudad reforzaran sus ventanas y accesos con el fin de prevenir los daños y saqueos. Lo anterior llevó a que los trabajadores cumplan sus funciones en espacios con escasa iluminación y ventilación natural, realidad que podría generar complicaciones de salud, dicen los especialistas.
Estrés y ansiedad
De acuerdo a lo mencionado por Rodrigo Figueroa, psiquiatra de la Facultad de Medicina y de la red de salud de la Universidad Católica, los cambios de las condiciones de seguridad, ventilación o iluminación de manera sostenida podrían activar una reacción de estrés en las personas, "aunque no es otra cosa que un conjunto de conductas que buscan adaptarse a la nueva condición", precisó.
En ese sentido, el especialista en trauma individual y colectivo explicó que el organismo hace una serie de esfuerzos para adaptarse a las nuevas condiciones de iluminación, visibilidad o temperatura. Si esta situación de cambio cesa, el organismo vuelve a su estado basal, lo que se puede reflejar como un periodo de ansiedad o incomodidad. Sin embargo, si la situación es permanente y se mantiene en el tiempo ahí se abre una variabilidad en cada persona.
"Si sometes a estrés a un grupo importante de gente y ese estrés no cesa al cabo de un tiempo, empieza a arrojar señales de psicopatología, que pueden ser depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de somatización u otros cuadros, pero es a mediano plazo", añadió.
En ese sentido se refirió a las medidas que se deberían considerar para mitigar todos estos efectos.
"Si los gerentes o encargados de la gestión de la empresa mantienen informados a sus empleados acerca de lo que está pasando y las medidas que se toman, eso baja la reacción de estrés. Lo otro que es importante es un estilo de liderazgo que sea afiliativo, comprensivo y acogedor, que promueva la cohesión del grupo y transmita esperanza. El líder en ese tipo de situaciones puede operar como un amortiguador que regula las respuestas de estrés de las personas", precisó.
Falta de luz natural
La incertidumbre respecto a si las condiciones del estallido social seguirán o cesarán no es el único factor. La psicóloga Romina Durán comentó que también hay consecuencias asociadas a aquellos trabajos sin una correcta ventilación y luz solar.
"Influyen de forma importante en la salud mental y el bienestar en general de los trabajadores. La luz solar influye directamente en la producción de serotonina, hormona que nos permite sentirnos alegres y disfrutar las actividades que realizamos. Otro factor importante es la sensación de encierro que genera el refuerzo de ventanales y vitrinas, lo que podría intensificar la vivencia de inseguridad en los trabajadores", dijo.
En tanto, Noel Suniaga, psiquiatra de la Clínica Tarapacá dijo que, si bien no hay estudios que apunten a la aparición de alteraciones del ánimo por el cambio de luz natural a luz artificial en los trabajadores, sí hay evidencias de que estos cambios pueden tener consecuencias.
Comentó que "los pacientes usualmente señalan que la luz natural les permite tener 'noción del tiempo'. Por el contrario, manifiestan que la falta de luz natural les produce una disminución de la energía y de la capacidad productiva. Es importante destacar que cerrar los espacios con materiales que no permiten el contacto con el exterior puede generar una sensación de encierro, lo que puede hacer repuntar síntomas ansiosos o crisis de pánico en personas susceptibles a sufrir trastornos de ansiedad".