Carabineros de Chile desarrolla un estudio para determinar el número de efectivos que debiera contar cada comuna de Chile, explicó el general de la institución Manuel Ugarte, quien llegó ayer a Iquique a inaugurar el casino de oficiales. Afirmó que no se descarta aumentar los efectivos en la ciudad.
Hubo un tiempo, aunque no todo pasado fue mejor, que una de las formas de acceder a una educación negada por varias razones, era estudiar por correspondencia. Nada on line. Sobres que iban y venían gracias al Correo y al cartero que traía la tarea bajo el brazo. Grandes sobres, medio oficio, con un logo que decía ELA.
Mi padre fue un estudiante sistemático que pese a su escolaridad incompleta, se las arregló para estudiar bajo esa modalidad. Ferroviario, lector de la revista Estadio y de El Tarapacá, entendió que era posible estudiar luego de una tediosa y cansadora jornada de trabajo. Me tocó varias veces recibir esos sobres café al caer la tarde. Con mis hermanos veíamos como abría ese sobre con el cuidado que me imagino se deshojan las margaritas. Un ritual esperado y respetado. De ese sobre como salen los conejos del sombrero del mago, salían apuntes, compases, planos, escuadras, reglas. La mesa que servía para casi todo, se convertía en una especie de laboratorio de alquimista. El lápiz de grafito dibujaba triángulos, ángulos rectos, circunferencia. Con mi padre aprendí lo que era una diámetro.
Al lado de los banderines del Colo Colo y de Iquique, estaba el banderín que decía ELA. Letras blancas encima de un fondo azul.
Trabajó en la pampa y en la construcción del penúltimo hospital. Luego fue calderero, atleta del Olimpo y también del Iquitados. Fue de esos radicales que votó por Allende. Pero más que nada era nuestro padre que ayudaba en el planchado de la ropa y en el aseo. Olía como olían los ferroviarios.
Nunca lo vi tan feliz como cuando en familia viajamos a Antofagasta. Su segundo hijo se convertía en ingeniero. El sueño del viejo calderero se hacía realidad. Tal vez mi hermano mayor habrá visto en esos cursos por correspondencia el estímulo para ser lo que ahora es. Años después barajando recuerdos, olores, colores y nostalgias supe que la sigla ELA, significaba Escuela Latino Americana. Esos sobres venían de Buenos Aires y tenían como destino la calle Bolívar 1143, Iquique.
"Al lado de los banderines del Colo Colo y de Iquique, estaba el banderín que decía ELA. Letras blancas encima de un fondo azul".
Bernardo Guerrero Jiménez"
Según los anexos del Registro Social de Hogares, del Ministerio de Desarrollo Social, hasta el mes de diciembre de 2019 hay 690 personas en situación de calle en nuestra región. Este número ha aumentado cerca de un 10% en comparación al mismo mes del año anterior.
Esta situación realmente es preocupante, no solo por el aumento, sino también porque como sociedad no hemos sido capaces de generar opciones para estas personas y poder brindarles condiciones mínimas para que puedan vivir.
Si bien muchas veces el vivir en situación de calle es una opción, en la mayoría de los casos son personas que llegan a propósito de problemas familiares y donde hay abuso del consumo de alcohol o drogas.
La intervención es algo muy complejo y si bien hay personas que logran salir, la gran mayoría se queda en la calle, y varios mueren en la soledad.
Es necesario que como sociedad contemos con la infraestructura de apoyo con el fin de que estas personas cuenten con un techo o un lugar donde llegar y no sigan proliferando construcciones hechas con desechos en la ciudad.
El 98% de ellos está entre las comunas de Iquique y Alto Hospicio, por lo que es urgente contar con un centro de acogida.
Uno de los proyectos que está gestionando el gobierno para dar solución a la problemática es el Centro Comunitario Iquique, con capacidad para 100 personas de calle, que sería administrado por el Hogar de Cristo, iniciativa de hace más de una década que no ha podido salir a la luz, pese a la gran necesidad.
Mucho se habla de las desigualdades que existen en el país, pero pocos se preocupan o se acuerdan de estas personas que requieren de una intervención a gran escala, no para obligarlos a salir de las calles, sino para brindarle herramientas para lograrlo.
Nadie está libre de caer en esta situación y así lo demuestran casos de personas de todas las edades y de distintos estratos económicos que han llegado a vivir en la calle, por lo mismo es importante ponerse en el lugar, no solo ayudando, sino también exigiendo que la autoridad lo tome como algo prioritario.
Es de esperar que con este cambio de horizonte en las políticas sociales se pueda considerar a estas personas como a cualquier chileno que habita nuestro territorio.
"El 98% de ellos está entre las comunas de Iquique y Alto Hospicio, por lo que es urgente contar con un centro de acogida.
Sería importante que se prepare una gran fiesta para inaugurar el nuevo Estadio Tierra de Campeones. Si bien el recinto debe estar en óptimas condiciones para ser entregado, se puede trabajar desde ya en la inauguración. El recinto es un anhelo de Iquique.
Sin meter bulla y con gran humildad, el jóven motociclista iquiqueño Ignacio Cornejo se codea con los más importantes exponentes de su disciplina a nivel mundial. Siempre se habla de los viejos estandartes del deporte pero lo que hace este joven es , sin duda, fuera de serie.
Si bien contar con una trotavía fue una excelente iniciativa municipal, esta debiera tener una verdadera continuidad. En Playa Brava está en varios puntos cortada y en Cavancha también debiera existir este espacio.