Si bien la cifra de desempleo a nivel nacional es preocupante (9%), por ser además la más alta de los últimos 10 años, en Tarapacá aún no se dispara este indicador como en otras regiones, y registró en el trimestre de febrero a abril una desocupación de 7,4%, la misma del periodo anterior (enero-marzo) que es obtenido por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Sin embargo, las alarmas están activadas, ya que el desempleo seguirá creciendo con la prolongación de la crisis sanitaria, y es inminente que el próximo informe del INE arroje una cifra de desocupación más cercana al real impacto que la emergencia ha ocasionado en el empleo local. En abril hubo 5.324 desvinculaciones en la región, generándose un aumento de despidos de 66% respecto al mismo mes de 2019.

Esta cifra podría haber sido mayor, pero con la Ley de Protección al Empleo, 9.503 trabajadores (hasta el 22 de mayo), suspendieron su contrato y han podido obtener una parte de su sueldo a través del Seguro de Cesantía. Ingresaron a la categoría de "ocupados ausentes", que creció un 44% en el país debido a la crisis.

El comercio, turismo y servicios han sido parte de los rubros más afectados en la zona y no todas las empresas han optado por esta alternativa, por lo que han tenido que desvincular a sus empleados. Otras, lamentablemente, han comenzado el proceso de quiebra. Trece de ellas han iniciado el trámite a través de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. Pero el número puede ser mayor, porque varias no formalizan por este medio su pérdida.

Por estas desalentadoras cifras, es importante que el plan económico, que reúne al oficialismo y a la oposición, avance rápido, de modo que los más afectados laboralmente y los sectores de bajos recursos puedan sobrellevar los complejos efectos económicos de la pandemia.

Es fundamental la cohesión de los distintos sectores, sobre todo de especialistas, para que surja un plan económico transversal que camine oportunamente hacia mejores soluciones. No es momento de egoísmos, sino de consensos para ayudar a quienes hoy lo necesitan.

"Es importante que el plan económico, que reúne al oficialismo y a la oposición, avance rápido".

La incertidumbre ronda por la Zofri. Es un dilema. No se puede abrir, pero tampoco cerrar. Hay toda una región en juego, por el aporte económico y social involucrado.

Veamos, si se reabriera hay que asegurarse que el establecimiento reúna las condiciones, es decir, los empleados usarán mascarillas y guantes, los controles de temperatura serán obligatorios, habrá marcadores de distanciamiento social, las áreas de juegos se cerrarán, las áreas comunes comerciales se restringirán, probablemente limitando el número de personas que pueden ingresar a un módulo o salón de ventas, etc. , mientras tanto los empresarios enfrentarán el dilema: aprovechar las inciertas oportunidades o simplemente suspender o cerrar.

Estas oportunidades se pueden traducir en optar a los paquetes de ayuda gubernamentales, préstamos blandos para capital de trabajo, prórroga de pago de impuestos, prórroga de pago de facturas de servicios, rebajas de costos, y otras formas de hacer o mantener caja para seguir operando. Pero, ¿habrá alguna probabilidad de salir de la crisis económica?

La respuesta es difícil, porque no sólo depende del esfuerzo de los empresarios. Todos los chilenos están afrontando un panorama sin horizonte por el avance de la pandemia y por la derivación catastrófica que venía de los desórdenes y saqueos. Entonces se suman al dilema, dimensionar la oferta, la demanda, la mano de obra, el capital y la inversión.

Ahora, si tenemos un escenario en el que el distanciamiento social se relaja y el número de contagios repunta, tendremos una normalización mucho más lenta y eso sí afectará la trayectoria de la recuperación. Más inquietante aún es que el COVID-19 no tiene una pronta vacuna.

Respecto a factores insoslayables como la pérdida de clientes, la baja de facturación, interrupciones en la cadena de pago, los costos fijos, encabezan la lista de preocupaciones de las empresas de todos los tamaños.

La baja de la actividad por el confinamiento, golpeó de lleno tanto a la "caja" con la que ya contaban las empresas, como a sus expectativas de negocios. Las pequeñas y medianas, que ya estaban con serios problemas, ven cada vez más cerca el abismo de la insolvencia, la mayoría de las empresas solo dice tener fondos para continuar sus operaciones en el actual escenario por dos a tres meses. El dilema sigue.

"(las empresas) ven cada vez más cerca el abismo de la insolvencia".

Darío Blanco, gerente, Asociación Usuarios Zofri A.G.1

Seguramente hoy aumentará la solicitud de permisos para realizar compras en los centros de abastecimiento. Por eso es conveniente recordar que los contagios en la región se mantienen al alza y que la idea es no salir.

Evitar lesiones

Muchos para evitar el sedentarismo en la cuarentena, realizan distintos tipos de ejercicios, pero en algunas ocasiones no se mide la intensidad de las rutinas y pueden lesionarse. Hay que ir de a poco, y si es posible asesorarse, mucho mejor.

Oportunismo

Es lamentable cuando el oportunismo político aparece en un contexto de crisis como la pandemia que estamos viviendo. Hay que centrarse en la emergencia para afrontarla de mejor manera, en vez de aprovecharse de los momentos para realizar propaganda política.