En el año 2018 un total de 6.897 personas fueron víctimas de las minas antipersonales en el mundo, de ellas 3.059 murieron. Siete de cada 10 víctimas son civiles y más de la mitad menores de edad.

En la actualidad los países con mayor número de estos dispositivos militares son Afganistán, Colombia y Camboya, sin embargo, ha existido un esfuerzo internacional para erradicar su uso, como también retirar las existentes.

Según informó ayer Cancillería, Chile ya culminó las operaciones de desminado humanitario, despejando todos los campos minados del territorio nacional. En total, se trató de 200 áreas, en las que fueron destruidas 179.815 minas y liberados más de 27 millones de metros cuadrados, trabajo especializado en terreno que concluyó el pasado 27 de febrero.

De esta manera, se cumplió con el compromiso adquirido en 1997, al suscribirse a la Convención de Ottawa.

Hasta el momento, 164 países se han sumado a este instrumento del derecho internacional humanitario y Chile se incluye a la lista de países que han limpiado completamente sus territorios de minas.

En este sentido, nuestro país ha liderado esfuerzos internacionales y cooperado con otras naciones en la instrucción y transferencia de conocimientos y experiencias en este tipo de operaciones.

Este proceso que llega a su fin toca especialmente a las regiones del extremo norte, donde el territorio se pobló de minas y que en el pasado también cobraron víctimas, lo que realza aún más la importancia de este proceso y como aseguró el canciller, Teodoro Ribera, "hoy debemos sentirnos orgullosos, ya que Chile cumple con lo que acuerda y hoy nuestro país es más seguro".

Es de esperar que este proceso se mantenga, independiente de que varios países aún no puedan cumplir con este compromiso, principalmente en el caso de Sudamérica, donde Colombia informa cifras de alrededor de 300 víctimas a causa de estos explosivos al año y donde generalmente afecta a civiles que habitan zonas apartadas de las grandes urbes.

"Chile ya culminó las operaciones de desminado humanitario, despejando todos los campos minados del territorio nacional".

Dentro de las cosas positivas que ha traído la crisis del Covid-19 está la noción planetaria de la sociedad y del conjunto de sus actividades. Esto no solo es percibido como un cúmulo de intercambios económicos, sino como una sociedad donde lo que ocurre en un país repercute de inmediato en otros. Como decía Vargas Llosa, alguien se come un murciélago en un mercado distante y todo el planeta tiembla.

Como Universidad del estado y regional, creemos que la dimensión planetaria de la crisis tiene ventajas para un mundo educacional obligado a una transición hacia la docencia virtual. La Universidad se internacionaliza y la docencia se desarrolla a una escala mundial, sumando experiencias de varias naciones con diferentes grados de desarrollo. La fácil incorporación de notables académicos habitando lugares distantes del planeta, es una clara ventaja de una docencia virtual en una Institución como la nuestra, sin pagar traslado, ni alojamiento. Otras múltiples ventajas son la rápida adaptación de los jóvenes a las tecnologías modernas; la disminución de costos asociados al uso y deterioro de locales, salas y anfiteatros; la reducción de gastos en gas, luz y agua, además de la reparación de infraestructura, entre otros.

¡Pero la misión de la Universidad no es solo enseñar!. También tiene como misión la investigación y la vinculación con su entorno, procesos que necesitan de intercambio de opiniones, de confrontar hipótesis, de debates contradictorios, de todo eso que se llama "estar juntos". La riqueza de los campus universitarios es justamente el contacto entre estudiantes de distintas disciplinas, el aprendizaje y conocimiento mutuo de realidades diferentes y problemáticas distintas.

Ya lo decíamos al inicio: las distancias por internet se reducen al mínimo, pero lo individual se desarrolla al máximo. ¿Cómo seremos al salir de la pandemia? Esperamos vivir una sociedad más abierta, pero que sea rica en generosidad y ayuda multilateral. Lucharemos para combatir las desigualdades impuestas por la virtualización ayudando a quienes estén fatigados y angustiados. Ese es el compromiso de la Unap.

"La riqueza de los campus universitarios es justamente el contacto entre estudiantes de distintas disciplinas".

Alberto Martínez,, rector Universidad Arturo Prat

Para muchos la pandemia ha significado más trabajo, tanto laboral como doméstico, pero para otros se ha transformado en una maratón de varios meses de series de TV, incluso se dan el lujo de recomendar a los amigos.

Caminatas

Pese a las complejidades de la pandemia, el permiso de caminatas debería ser un derecho para todos. El caminar en solitario no tiene porque generar aglomeraciones y peligro, sino que ayuda a mejorar las salud de miles de personas que en el encierro suman nuevas patologías.

Temperaturas

Para muchos iquiqueños era casi impensado comprar estufas en la ciudad. Sin embargo, por estos días, algunos se han visto sobrepasados por las bajas temperaturas y no han tenido más remedio que adquirir algún aparato de calefacción para burlar el frío.