Complejos deportivos acumulan pérdidas económicas de hasta 40 millones de pesos
El cierre obligado por la crisis sanitaria tiene "en vilo" el funcionamiento de los recintos.
Un escenario económico complicado atraviesan en la actualidad los complejos deportivos iquiqueños, entre ellos los dedicados a arrendar canchas sintéticas de fútbol.
Lo que hasta antes del mes de marzo era un negocio próspero se ha convertido en un dolor de cabeza para los locatarios durante la pandemia, y debieron cesar obligadamente sus funciones por la crisis sanitaria, que restringe este tipo de actividades.
La prolongada cuarentena total agravó la situación, al no proyectarse un cambio en un corto plazo a la tendencia de pérdidas de dinero o acumulación de deudas, que ascienden hasta los $40 millones.
Issa Jaffar, propietario de las canchas El Líbano las cuales tienen aproximadamente dos años de funcionamiento, dijo que "tenía una ganancia mensual de $15 millones, y ahora he perdido al menos unos $40 millones".
Para Jaffar la inversión que hizo para la construcción de las canchas no ha sido recuperada, y la pandemia ha traído consecuencias negativas para el proyecto.
"Desde marzo no estamos funcionando y no hemos tenido ingresos desde esa fecha, y la verdad que hemos tenido estas pérdidas porque hay que pagar sí o sí al personal que no lo hemos despedido, hay que pagar luz, construcciones, mantención y todo eso es pérdida", enfatizó.
Otra situación similar es la que atraviesa actualmente Jorge Venegas, propietario del Club Apoquindo, quien aseveró mantener "una deuda acumulada de entre $30 y $40 millones".
"Nosotros desde que partió todo esto tuvimos que cerrar, nosotros tenemos canchas y gimnasio, lamentablemente estamos acumulando deudas, viendo hasta dónde podemos aguantar", dijo Venegas.
El locatario enfatizó que "todo nuestro personal está en suspensión, y hay otros que lamentablemente tuvimos que desvincular, tenemos escuelas de fútbol y arrendamos el espacio para Deportes Iquique, pero eso también se suspendió", añadió.
La mantención de la piscina del recinto quedó suspendida hasta la nueva apertura, donde se le hará el tratamiento correspondiente y se cambiará el agua.
En tanto Máximo Ossio, de las canchas Tercer Tiempo, refirió que ha podido mantener el proyecto deportivo al subsidiarlo con ingresos de otras actividades económicas que desarrolla en el rubro de las bienes raíces.
"En estos momentos más que pérdidas económicas dejamos de ganar, pero no tenemos nosotros el gasto mayor que es el arriendo de terreno ya que es propio, lo que estoy pagando son los sueldos de los trabajadores pese a que no estén en funciones, se puede decir que es la única pérdida que he tenido", manifestó el locatario.
Ossio indicó, además, que son cinco los empleados del recinto deportivo, a quienes decidió mantenerles el contrato al ser personal de confianza y con una antigüedad de hasta seis años. El empresario dijo que el compromiso era que sus empleadores cumplieran con la cuarentena y se reintegraran a labores cuando las autoridades sanitarias lo decidan.
"El tema del pago de los servicios los he podido solventar y han estado dentro de lo aceptable, ha bajado igual el consumo de luz y agua básicamente porque casi no se ocupa y eso amortigua bastante", aseguró.
Finalmente Karina Brizuela, propietaria de Península Sport, aseguró que "el corazón de nuestro negocio está muerto ya que eran las canchas y hemos tenido nulo ingreso".
Brizuela explicó que "Península Sport es un centro con varias unidades de negocio, la principal es el arriendo de canchas, después el arriendo de cumpleaños, luego la escuela de fútbol y el minimarket; casi todos debieron anularse por la pandemia y quedamos sólo funcionando con el minimarket, y ha sido sumamente fuerte para nosotros porque con ello suplimos gastos básicos para poder seguir operando".
18 de marzo aproximadamente dejaron de funcionar el arriendo de las canchas en Iquique.