"Parte del desafío es que la autoridad boliviana se haga responsable"
El subsecretario reconoció que se deben hacer gestiones con Venezuela para que reciba a sus connacionales en caso que sean expulsados: "Nuestro objetivo es que la resolución de expulsión esté dictada una vez que terminen la cuarentena".
En una semana contingente en materia migratoria, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli visitó Iquique y Colchane, con el objetivo de conversar con las autoridades regionales y observar de cerca la crisis migratoria que ha llevado a muchos ciudadanos venezolanos a cruzar la frontera desde Bolivia por pasos irregulares. Esta misma semana el Senado rechazó una serie de indicaciones a la Ley Migratoria que eran vistas por el oficialismo como un fomento a la migración irregular.
- Usted señaló que se harían excepciones, casos humanitarios y de reunificación familiar. Si uno ve la realidad, varias personas llegan con niños y lo hacen por la compleja situación que viven en su país, ¿cómo se hará esa distinción?
- En esto hay que ser muy claro. Chile desde el inicio de la pandemia cerró sus fronteras para las personas, salvo para los extranjeros residentes y para los chilenos. Hubo muchos países, incluyendo países vecinos, que cerraron absolutamente sus fronteras, incluso para sus connacionales. Entonces no es menor cuando uno dice que va a tener consideraciones humanitarias, porque no ha sido así en muchas circunstancias. Uno ve en las residencias sanitarias de esta región que hay un grupo no menor de menores de edad, incluso un grupo pequeño de lactantes que están guardando cuarentena obligatoria producto de que ingresaron al país, pero naturalmente esos niños por convenciones internacionales que Chile ha suscrito, no pueden ser expulsados. Por razones de reunificación familiar, su familia se mantiene en nuestro país mientras ese niño no pueda ser sujeto de un retorno asistido a su país. Si no estuviéramos en pandemia, muchas de estas personas habrían ingresado al país regularmente, sin embargo podrían haber caído en la irregularidad y es lo que ha pasado en el último tiempo. En 2019 ingresaron a Chile más de 370 mil personas, que se quedaron, ya sea porque regularizaron su situación, es decir, postularon a una visa transitoria, o se quedaron de forma irregular. De ellos, 125 mil eran venezolanos. Uno tiende a pensar que ha habido un aumento de la irregularidad, pero en la realidad eso no es así. Producto del cierre de las fronteras, la única posibilidad para ingresar es por ingresos clandestinos. El problema con eso es que en nuestro país el ingreso por pasos no habilitados es un delito y corresponde que se denuncie. Nosotros como Gobierno vamos a iniciar un proceso de expulsión, salvo en estos casos de personas por razones excepcionales.
- Si bien el ingreso al país se ha reducido, ¿cómo explicaría la sensación de un mayor flujo migratorio por parte de quienes viven en la región de Tarapacá?
- Aquí hay que entender, sobre todo durante la pandemia, que muchas personas se ven expuestas a un nivel de ansiedad. Iquique ha estado sujeto a meses de una cuarentena que es una restricción bastante intensa de las libertades, equivalente a una medida cautelar de arresto domiciliario. Además, las personas, en época de redes sociales, muchas veces reciben información que parece sesgada, noticias falsas, entonces la impresión que se está transmitiendo es que hay un influjo migratorio mucho más abundante que en otros momentos. El número de venezolanos que ingresó al país en 2019, regular o clandestino, es muchísimo mayor que el número de personas que ha ingresado este presente año y eso es natural, porque Chile lleva casi seis meses con sus fronteras cerradas.
- Usted ha dicho que se van a optimizar los recursos policiales y militares en la frontera. Se ha cuestionado el Plan Frontera Segura, a pesar de que el jefe de la Defensa Nacional explica que es para delitos de contrabando, robos y narcotráfico. Sin embargo, también hay tráfico de migrantes y trata de personas. ¿Se puede destinar este plan a controlar estos delitos?
- El Plan Frontera Segura es la segunda etapa de lo que fue el Plan Frontera Norte iniciado en el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera y apunta a los delitos transfronterizos, especialmente a los delitos asociados al crimen organizado transnacional, el contrabando, el robo de vehículos y el narcotráfico. Sin duda que a eso se suma hoy un nuevo fenómeno, un fenómeno incipiente de delitos asociados a la delincuencia organizada transnacional como son la trata de personas y el tráfico de migrantes. Hay que distinguir la investigación que se hace de ese tipo de delitos de la migración clandestina por pasos no habilitados, donde la persona que migra también comete una infracción y debe recibir una sanción. Sin duda que tenemos que resguardar nuestra frontera de todos aquellos delitos que se comenten transfronterizamente, pero en la región de Tarapacá se nos impone una dificultad por la extensión de nuestra frontera. Eso hace que las medidas no sean solo de mayor presencia militar y policial, sino también de gestiones diplomáticas. Parte del desafío es que las autoridades bolivianas se hagan responsables también de un adecuado control del flujo migratorio.
- Parlamentarios locales han criticado eso, precisando que muchas personas se han beneficiado de esta crisis, como los llamados coyotes, y que ello es permitido por el gobierno de Bolivia, ¿hay diálogo con el gobierno vecino?
- Hay distintos niveles de diálogo, pero no lo focalizaría solo en Bolivia. Las gestiones diplomáticas van tanto con los gobiernos fronterizos como con los gobiernos de los países de origen de los migrantes. Ciudadanos venezolanos están migrando por tierra y llegando a nuestro país a través de la frontera boliviana, pero la causa de este asunto es que las condiciones económicas, sociales y de vulneraciones a los derechos humanos en Venezuela hacen que exista un aumento de la presión migratoria al sur del continente sudamericano. Esto empezará con nuestros países fronterizos. Las gestiones que ha hecho el jefe de la Defensa Nacional, los mandos