Desafíos de la vida en comunidad
Resulta difícil entender que en nuestras comunas exista tan poca empatía, falta de respeto e incivilidades y que para ponerle fin a cada una de ellas se deba hacer mediante la fiscalización o en muchos casos la represión. Resulta increíble que conductas tan básicas como no botar basuras en lugares no habilitados, respetar las señalizaciones del tránsito, cuidar los espacios comunes, no contaminar y otras como evitar las quemas.
En toda comunidad existen personas dispuestos a romper la paz o a creer que no tienen límites para hacer lo que más les plazca. Si quieren rayar con grafittis la propiedad pública y/o privada, realizar fiestas hasta altas horas de la madrugada, usar de retrete las esquinas y fachadas, poner música a alto volumen, gritar improperios y así tantas otras que las practican porque se sienten con el derecho a hacerlo.
Y estas prácticas, como otros tantos ejemplos, se están repitiendo en nuestros barrios. A nadie le importa molestar al vecino con sus acciones, porque están ejerciendo su derecho a manifestar su alegría como más les parezca.
Y así se ingresa a una ley de la selva que tiene que ser controlada por las autoridades y las instituciones de orden y seguridad. Ya no basta reiterar que hay ciertas situaciones que entorpecen la vida en comunidad y que deben erradicarse por respeto al resto de los habitantes.
El diálogo y la conversación ya no sirven. Las normas de convivencia están a mi disposición para cuando desde mi particular punto de vista lo estime conveniente, dicen.
El resultado es que todo deba abordarse desde el punto de vista de la fiscalización y la sanción, pero al parecer estas no llegan y a pesar de que se cuenta con las herramientas se hace la vista gorda e incluso la personas se arriesgan a las multas ya que saben que es poco probable que le llegue una.
Lamentablemente no hay disposición a hacerse cargo de los malos hábitos, muchos prefieren ser multados pero después reclaman que vulneran sus derechos y están lejos de reconocer que están contraviniendo las normas básicas de vivir en comunidad. Se requiere un cambio de mentalidad, si se quiere avanzar como país.
"El resultado es que todo deba abordarse desde el punto de vista de la fiscalización y la sanción".