Hoy por hoy la seguridad ciudadana es una de las máximas preocupaciones de la comunidad y mantiene alerta a las autoridades del nivel central, regional y comunal. No se trata únicamente del número de delitos, sino que de la violencia con que operan los delincuentes, situación que en el caso de Tarapacá incluso ha sido denunciada por el fiscal regional.

Todo lo anterior ha impulsado la implementación de una serie de medidas destinadas a combatir los actos ilícitos y, con mayor o menor resultado, intentar reducir el temor que actualmente sufren los vecinos.

Aunque se observan algunas mejoras, es evidente que queda mucho camino por recorrer, toda vez que casi a diario se conoce de balaceras y violentos asaltos que ponen en riesgo la integridad física y hasta la vida de las personas. Lo cierto es que tal como lo han reconocido las autoridades, las bandas vinculadas al crimen organizado siguen operando, incluso perpetrando secuestros extorsivos, hechos que hasta hace poco tiempo eran ajenos al territorio nacional.

En medio de este escenario, ya no parece alcanzar solo con la denuncia, sino que se hace indispensable que la comunidad adopte algunas medidas mínimas de resguardo, entre ellas evitar las transacciones con desconocidos, sobre todo cuando se trata de importantes sumas de dinero, tal como ocurrió el fin de semana cuando dos ciudadanos bolivianos sufrieron un violento robo y fueron retenidos por delincuentes que ofertaban a través de las redes sociales la venta de un vehículo.

Aunque las autoridades son las responsables y tienen el mandato de velar por la seguridad de la población, es clave que la comunidad colabore evitando exponerse a la acción delictual.

Al mismo tiempo, se necesita que, junto a las últimas medidas adoptadas, se busque decididamente reforzar la dotación de las policías y que el trabajo con los municipios materialice con urgencia aquellos proyectos que buscan extender el patrullaje a través de las cámaras de seguridad y la iluminación de los espacios públicos que siguen en penumbras, tanto en el área urbana como en las rutas que conectan Iquique y Alto Hospicio.

"Casi a diario se conoce de balaceras y violentos asaltos que ponen en riesgo la integridad física y hasta la vida de las personas".

En la escena de la Guerra del Pacífico, la ocupación de Iquique es importante dado que esta sucede en noviembre de 1879, mes con tres batallas de gran envergadura: Pisagua, San Francisco y Tarapacá.

Es San Francisco la que decide la ocupación de Iquique. Fue el 19 de noviembre de 1879, cuando el ejército aliado peruano-boliviano es derrotado y se retira a la quebrada de Tarapacá, por lo cual, el destacamento del coronel José Miguel De Los Ríos con 1.500 hombres que guarnecía Iquique, es ordenado retirarse junto al resto del ejército aliado. Ahora esta unidad refuerza las tropas aliadas y es parte de la victoria peruana en la quebrada de Tarapacá, batalla donde fallece el coronel Eleuterio Ramírez, Bartolomé Vivar y muchos oficiales, como una parte considerable del regimiento "Segundo de Línea".

Sin embargo, el puerto de Iquique considera esa fecha como parte de la llamada ocupación chilena de Iquique, esta se hace sin resistencia, dado que la guarnición desaparece y lo reemplaza la marinería de desembarco de la fragata blindada "Cochrane" y de la cañonera "Covadonga" con 110 marineros al mando del capitán Miguel Gaona Yáñez, luego desembarca el comandante Juan José Latorre (vencedor de Angamos) también el ministro de guerra y marina, Rafael Sotomayor.

Comandante general de armas se designa al Capitán de Navío Patricio Lynch y la primera y posterior guarnición del ejército la realiza el regimiento "Esmeralda", luego conocido como "Séptimo de Línea", por tanto, es la Armada de Chile, la fuerza que ocupa la ciudad y con este hecho se da un elemento diferenciador de las conmemoraciones y celebraciones de chilenidad desde la Guerra del Pacífico a la actualidad, dado que Antofagasta tiene como su fecha de conmemoración chilena el 14 de febrero, Arica el 7 de junio asociada a la toma del morro de Arica, Calama al 23 de marzo con la batalla de Topáter, mas Iquique, que si bien tiene el 21 de mayo como su hito identitario nacional, tiene otra fecha que es el 23 de noviembre, dado que es en esta fecha cuando se ocupa la ciudad.

El 23 de noviembre es reciente a nivel comunal como hito histórico y ha cobrado valor en significación, mas se hace un recurso interesante de señalar para la comprensión de los hechos en la historia regional, respecto a la valoración de lo local, que desde su ocupación se puede señalar un antes y un después en la explicación de la historia de la ciudad y desde la misma llegada de los chilenos al departamento peruano de Tarapacá hacia 1879.

"El 23 de noviembre es reciente a nivel comunal como hito histórico y ha cobrado valor en significación".

Patricio Rivera Olguín,, académico Universidad Arturo Prat

Sin duda el triunfo de Milei en Argentina hace que todo Sudamérica esté pendiente de cómo el presidente electo enfrentará un gobierno donde anunció el término de casi todo los males y que sus electores esperan que cumpla.

La polémica alerta

Revuelo ha causado en redes sociales el altavoz que indica a los migrantes cuando están ingresando a territorio nacional y los llama detenerse. Es claro que el efecto disuasivo no es convincente, sobre todo porque se trata de personas que han pasado demasiado para llegar a Chile.

Patrimonio

Muchas veces se habla de que hay poco cuidado con el patrimonio, pero el problema va mucho más allá, ya que poco se cuida la ciudad en general. Las obras antes de inaugurarse ya están dañadas y sucias debido a la mala educación que parece ser contagiosa.