Proyectan en futuro de la astronomía en Chile
Según representante del sector, Chile concentrará el 50% de la capacidad astronómica en el mundo.
Agencia EFE
El presidente de la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias), el brasileño Bruno Dias, proyectó que a finales de esta década, cuando se terminen de construir los grandes telescopios en Chile, "el país pasará de concentrar el 30% de la capacidad astronómica mundial a acumular más del 50% de ella".
Con unas ventajas geográficas y naturales de excepción que ofrecen la Cordillera de los Andes y el océano Pacífico -poca nubosidad a cotas altas, una atmósfera poco turbulenta y temperaturas estables-, Chile se ha convertido en un anfitrión de primera categoría que acoge los telescopios de más de 30 países.
"Chile camina hacia los superlativos en materia astronómica: tendremos el telescopio más grande del mundo, el ELT, con un espejo de 39 metros; el próximo año empezará a funcionar el Vera Rubin, que tendrá la cámara más grande; tenemos el Alma, el radio-observatorio con la mayor cantidad de antenas a nivel mundial; y también tendremos el telescopio más alto, el japonés TAO", explicó Dias a EFE desde el Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello (UNAB), donde investiga.
El norte chileno, que presume de uno de los cielos más limpios del mundo, se está convirtiendo, según él, en "la potencia y el epicentro de la astronomía mundial" y compite científicamente a nivel global -dijo- con premios y colaboraciones internacionales y publicaciones en grandes revistas.
"oportunidad"
La instalación de telescopios extranjeros fue una estrategia a largo plazo que abrió "una oportunidad y ventaja" para el país, comentó Dias, físico de formación que aterrizó al frente de la Sochias en marzo del año pasado.
Más de una docena de observatorios y radio observatorios se distribuyen por el norte chileno, la mayoría de ellos ubicados en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, que cuentan con 29 comunas declaradas por decreto como áreas con valor científico y de investigación para la observación astronómica.
"El cielo del hemisferio sur es muy rico porque tenemos el centro de la Vía Láctea, las Nubes de Magallanes y un montón de ciencia que no es alcanzable desde el norte", señaló el académico, un entusiasta de su trabajo que divulga con pasión los hallazgos alcanzados hasta ahora.
Las distintas administraciones, independientemente de su color político, han acogido abiertamente los telescopios extranjeros y han facilitado su importación e instalación: "A cambio de beneficios como, por ejemplo, la exención de impuestos, el consorcio o país dueño de la maquinaria ofrece a las universidades chilenas el 10% de las noches del telescopio", explicó.
El boom de la astronomía en Chile y su liderazgo en el sector es tal que ha llegado incluso hasta las aulas. Según Dias, en los últimos diez años se ha duplicado el número de académicos en astronomía y se ha triplicado el número de universidades chilenas con investigación en astronomía.