Leo Riquelme

El Gobierno accedió a una petición de la comunidad científica y adelantó que hablará con las empresas de telecomunicaciones para utilizar las conexiones de celulares e identificar la movilidad que tienen las personas en la pandemia, un factor considerado como clave para enfrentar el crecimiento del coronavirus.

"No es que vayamos a hacer el seguimiento persona por persona, de ninguna manera. Es una imagen global de la movilidad", dijo el ministro de Salud, Enrique Paris.

El sistema operaría en base la geolocalización referencial (GPS) de los smartphones y es una de las herramientas que utilizó Corea del Sur para combatir la pandemia.

"La movilidad también es salir caminando a comprar a un negocio en la esquina. En todos nuestros desplazamientos existe riesgo de contagios", agregó la ministra de Transporte y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, quien añadió que el uso de celulares con este fin lo deben decidir la mesa de datos y la autoridad sanitaria.

El Gobierno aseguró que no invadirá la privacidad, pues no identificarán individualmente las personas, sino que sólo se emplearán las redes para conocer patrones de desplazamiento social.

"Va a ser con pleno y total respeto al tratamiento de los datos e información sensible de las personas", dijo en radio Infinita el ministro del Interior, Gonzalo Blumel. "En tiempos de pandemia hay que ser cuidadosos porque hay tendencias y entusiasmos excesivos con medidas que pueden representar una eventual vulneración de garantías fundamentales", agregó.

Según expertos, para que una cuarentena sea efectiva se debe reducir la movilidad a un 60%. De acuerdo a un estudio del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) en la Región Metropolitana el mejor dato se registró el 22 de mayo y llegó al 48%.

La otra entidad que lo mide es Facultad de Ingeniería de la U. del Desarrollo, que accede a la información de 4 millones de aparatos gracias a un convenio con Telefónica y Cisco. Su decano, Fernando Rojas, dijo que en todas las regiones los desplazamientos han bajado, pero el mejor antecedente es el 39% de la RM. En las grandes ciudades de Valparaíso y Biobío fue 27%. Ambas se miden con información de semanas pasadas.

El centro de estudios Espacio Público propuso que las telefónicas aporten información diaria para monitorear. Su relevancia está porque si hay menos circulación humana en la calle, la dispersión del virus cae.

A su juicio, hacerlo y difundirlo permitiría apreciar la situación en tiempo real, buscar razones detrás de los viajes y "reforzar una épica solidaria" por quedarse en casa, en la que se involucre a las autoridades locales.

"Es inevitable y comprensible que la movilidad se reducirá menos en comunas vulnerables y más en acomodadas, sin embargo, los niveles detectados sugieren que todas podrían tener niveles inferiores a los actuales", agregó.

Para explicar la importancia que puede tener la circulación, el ministro Paris contó que Rancagua y Machalí -que hoy entran en cuarentena- presentaban una movilidad de 90%. En las ciudades de alta incidencia ese valor debe bajar a la mitad.

¿y la privacidad?

Fernando Rojas aseguró que el monitoreo que realizan en la UDD garantiza el anonimato de la información. La directora de la fundación Derechos Digitales, María Paz Canales, contó que conoce los trabajos de esa entidad y concedió que tienen un alto estándar de resguardo de la privacidad.

La abogada, sin embargo, advirtió que esta vez el Gobierno debe aclarar cómo monitoreará, detallando a qué tipo de información accederá, con qué operadores y qué medidas tomará para proteger los derechos de las personas.

"Parece que la medida estuviera bien orientada, porque hacen referencia al no uso de información individual, sino a información agregada, que puede ser de mucha utilidad en función de combatir la pandemia. Pero para que realmente se cumpla ese propósito y no se terminen vulnerando los derechos de las personas, hay que revisar cuáles son los detalles de esa información", dijo.

La especialista recordó que la información del GPS está vinculada a un número, que se liga a la identidad de una persona. "Siempre hay posibilidad de que la información de geolocalización pueda ser reconducida a la identidad de las personas. Por eso hay que transparentar cuál será el proceso técnico que se está siguiendo para romper ese vínculo entre el titular del dispositivo y la información que se está entregando. Se requieren métodos técnicos de ciencia de datos complejos y no todos satisfacen de igual manera ese requisito. Hay que hacerlo sin poner en riesgo a la población", insistió.