Nueva gestión de la pandemia
La situación sanitaria del país ha cambiado varias veces durante los más de dos años de pandemia. Desde la incertidumbre generada los primeros meses de 2020 cuando el SARS-CoV-2 comenzó su avance por el planeta y se confirmaron los primeros casos en el territorio nacional, se pasó a la explosión de los contagios, el colapso de las unidades críticas y miles de fallecidos. Lo anterior obligó a las autoridades del momento a decretar fuertes restricciones de movilidad y extensas cuarentenas.
Luego de varios meses críticos, donde el mundo pareció detenerse, apareció una luz de esperanza con la creación de las primeras vacunas: comenzaron a reducirse los pacientes hospitalizados y también los afectados. Sin embargo, las nuevas variantes del virus generaron una nueva alerta y las regiones del norte, especialmente Tarapacá, volvieron a confinarse y experimentar un peak de decesos.
Ayer, las nuevas autoridades sanitarias anunciaron modificaciones al plan "Paso a paso", el que desde ahora se denominará "Seguimos cuidándonos, paso a paso".
De acuerdo a los antecedentes proporcionados por el Ministerio de Salud, la nueva gestión de la pandemia contempla tres fases y en dos de ellas se termina con la obligatoriedad de utilizar mascarillas en espacios abiertos y donde sea posible asegurar una distancia física de más de un metro entre las personas. Las nuevas fases se denominarán "bajo impacto sanitario", "medio impacto sanitario" y "alto impacto sanitario". En esta última el uso de la mascarilla será obligatorio en cualquier lugar.
Aunque aún deben conocerse más detalles y saber en qué etapa quedarán cada una de las zonas del país, el anuncio fue calificado como positivo por diversos gremios, sobre todo por aquellos que han sido más golpeados económicamente por las restricciones.
Pese a todo lo anterior, desde el mundo médico y científico advierten que la pandemia no ha terminado y que es importante fortalecer ese mensaje, toda vez que señales ambiguas podrían decantar en un nuevo escenario adverso. No se trata, entonces, de dejar las mascarillas porque "la gente está cabreada", como dijo hace unas semanas el alcalde de Chile Chico, sino que de avanzar de manera seria y responsable.
"No se trata, entonces, de dejar las mascarillas porque "la gente está cabreada".