Chancho en Piedra y su pausa: "En este país reinventarse es agotador"
Después de casi 30 años, la icónica banda nacional decidió hacer un receso indefinido. Pero antes están despidiéndose de su público con un gira. "Primó la sensatez, que después de tantos años es importante darse una pausa", dice Felipe Ilabaca.
Carolina Collins
Cuenta Felipe Ilabaca, bajista de Chancho en Piedra, que hace algunos años les costaba llenar shows. Pero una vez que anunciaron un receso indefinido, prácticamente se agotaron las entradas de todos los conciertos que agendaron para despedirse de la "comunidad marrana", como llaman a los fans de esta icónica banda.
"Vamos a llenar todos los recintos de Arica a Punta Arenas y cinco años atrás no podíamos llenar un lugar con canciones nuevas. Es una locura, es para analizar el fenómeno de nuestra sociedad", reflexiona Ilabaca. "O sea a mí me paran en la calle más que nunca, gente que todos los días me podría haber dicho lo mismo, pero somos un pueblo medio ingrato con nuestra gente", añade.
Aún así dice que ha sido una grata sorpresa la respuesta al anuncio de la pausa del grupo que fundó en 1994 junto a su hermano Pablo Ilabaca, que se salió en 2018, "Toño" Corvalán y "Lalo" Ibeas, el carismático vocalista que volvió a Chancho en Piedra una de las agrupaciones más reconocibles de la escena local en los 90.
"Me sorprendió mucho lo presentes que estamos en la retina de las personas, salimos en todos los medios", afirma el músico. "Es increíble, pero tirón de orejas para los medios, porque sacas un disco nuevo y da lo mismo, la gente da por hecho que eso tiene que ser, pero si la gente se muere...", critica. "Aun así estamos súper agradecidos de la reacción de la gente. Siento que nos reconocieron nuestro trabajo. Es como decir, 'no lo hicimos mal'", añade.
Esa mezcla entre guitarras rockeras y funk los transformó en un caso único en la reducida industria musical chilena de los 90. Desde su debut "Peor es mascar lauchas" (1995), que los posicionó con canciones como "Guach Perry" o "Sinfonía de cuna", Chancho en Piedra editó 14 álbumes. El último fue "Funkybarítico, hedónico, fantástico" (2016), que grabaron antes de la salida de Pablo Ilabaca, que dejó el grupo para desarrollar otros proyectos y fue sustituido por Cristian C-Funk- Moraga, exLos Tetas.
Desde entonces la agrupación lanzó varios sencillos, como "Todo se me pasa" (2021) y "Bola de fuego" (2020). No pararon de tocar. Hasta ahora, que agendaron 17 fechas por todo el país para despedirse.
La última gira comenzó en Antofagasta el 6 de mayo y terminará en el Movistar Arena el 12 y el 16 de julio. "Pablo no va a estar, pero obviamente vamos a tener sorpresas. Vamos a planear un espectáculo redondito, a tocar harto rato y va a tener todos lo condimentos que al público le gustan de los Chancho: locura, emotividad, cultura pop", anticipa Felipe.
¿Cómo se sienten previo a esta despedida?
Al principio entre nosotros hubo un sabor amargo de saber que vamos a dejar de tocar y trabajar juntos, pero a medida que fueron pasando los días, antes de hacer lo público, empezamos a entusiasmarnos con la idea de despedirnos de la gente y eso se ha transformado en un aliciente para dar lo mejor en esta etapa final. Es pura alegría, es como una catarsis. Ya tuvimos el primer concierto de la gira en Antofagasta y fue contundente, largo, sin ganas de bajarse del escenario, disfrutando cada acorde.
¿Cómo fue tomar la decisión?
Estos últimos años estábamos todos desarrollaando proyectos personales, entonces antes de que el grupo se transformara como en un estorbo, decidimos poner la pelota en el piso y hicimos un receso. Entonces fue bien consensuado, muy conversado durante meses y tratando de tomar harta consciencia de lo que implica. Pero primó la sensatez y sentir que después de tantos años es importante darse una pausa, cambiar de aire y probar otras cosas en la vida.
Esto también es un cambio laboral, no debe ser fácil.
Claro, y ahí hay matices, para algunos es imprescindible y para otros es sólo emotividad. En el fondo lo que tratamos de hacer es empezar a sentir: ¿Lo estamos haciendo por obligación?, ¿o lo estamos haciendo por pasión todavía? Y dijimos: lo más importante es la pasión. Porque esto partió como una pasión, entonces antes de perder de vista por completo eso, dijimos hagamos algo que sea importante. ¿Y qué es importante? Un receso. Y ahora que la banda todavía está en lo alto, que nunca se ha repetido. Llega un momento en que ese reinventarse constantemente en este país, que siempre hay que hacerlo en un medio tan chico, es agotador. Y en vez de seguir sintiendo esa presión por seguir siendo originales, llega un punto en que primero hay que volver a vivir experiencias. Nosotros hemos dado la vuelta a este país cientos o miles de veces, de Arica a Punta Arenas, hemos tocado en todos lados, hemos sacado más de 15 discos de música original, tenemos más de 130 canciones propias, nos han llevado al Festival de Viña dos veces, hemos tocado en Lollapalooza. No hay nada más que hacer, eso es bastante fome. Y la banda necesita descansar para poder volver a contar historias, si es que se da la oportunidad en el futuro.
"Al principio hubo un sabor amargo de saber que vamos a dejar de tocar y trabajar juntos (pero ahora) es pura alegría, es como una catarsis".