Comercio acusa baja de hasta 30% en sus ventas
Detallistas dicen que la inflación y la inseguridad han impactado de forma negativa el rubro.
Hasta un 30% menos en comparación con enero del año pasado, y considerando incluso las cifras de diciembre, venden actualmente los pequeños comerciantes de Iquique.
Lo anterior, en apego a las cifras manejadas por la Cámara del Comercio Detallista cuyo presidente, Livio Lanino, precisó que la inflación y la inseguridad son los principales causantes del fenómeno.
El dirigente detalló que "se mezclan varios factores, lo principal es el rol que juega el circulante, los precios se han ido disparando por la inflación que hemos tenido y los sueldos realmente no se han reajustado de acuerdo a la realidad, eso hace que las personas cuiden sus ingresos".
Lanino explicó que la oferta de las grandes cadenas no se compara a la que pueda ofrecer el detallista, y los compradores han ajustado sus hábitos de consumo a productos más baratos y de menor calidad.
"A muchas personas los ingresos le duran hasta el día 20, no se cubre el mes completo, y eso repercute en las bajas ventas", aseveró.
El vocero de los comerciantes indicó que "ahora estamos viendo la época estival, donde se supone debería haber un aumento de turistas y eso no se ha dado de esa manera, más bien se mantiene a la baja".
De la situación, Marcus Garrido, de la pescadería Moi Mar del Mercado Centenario, precisó que "las ventas han bajado bastante, nosotros trabajamos con reineta, y, por ejemplo, si se vendía a diario dos cajas, ahora con suerte se vende una".
El locatario explicó que el kilo de pescado ronda los $10 mil pesos y cada caja trae 23 kilos que viene desde el sur del país, cuyos fletes se ha disparado.
"Si comprábamos la caja a $50 mil, ahora la estamos comprando a $70 mil y produce que tengamos que subir los precios", refirió Garrido que antes vendía el kilo de reineta a $6 mil.
A su turno, Jorge Lillo, quien está inserto a la Cámara de Detallista con su autoescuela Luz Verde Ltda, contó que para captar clientes sus cursos han bajado de $170 mil a $150 mil.
"Estamos muy a ras por la delincuencia, porque la gente no sale y nos cambia el horario, hemos tenido que acortarlo hasta las 20 horas, en una época buena teníamos cursos con 25, 30 personas y, en este momento, hemos empezando cursos con cuatro clientes".
Lillo contó que el alto costo de la bencina también ha traído para el rubro un impacto negativo en los gastos operacionales. "Uno deja de percibir hasta unos $2 millones y uno paga instructores, servicios, arriendos. Ha bajado la asistencia de clientes y ha subido también el precio de las cosas, la gente está administrando de manera esencial sus recursos", concluyó.
En el caso de los abarrotes, Guillermo Latrille, locatario de un almacén al frente del mercado, también concordó en que los clientes están comprando menos: "Para este sector, después de las 19:00, no llegan compradores. Antes estábamos hasta las 21 horas, ahora hay menos compradores, porque hay menos dinero".
Misma situación padece Jesús Torres, quien vende confites y bebidas en calle Barros Arana. "Hay una baja de hasta un 30%, porque hay poco movimiento. Las ventas están malas y el cliente compra menos, se va quedando la mercadería y al reponer stock tiene para uno otro costo", señaló.
$2 millones se ubican las pérdidas económicas de algunos rubros por falta de clientes.